MUJERES

EL FUTURO ES HOY:

Pandemia, mujeres y el trabajo informático

 

Por Claudia María Cóceres (*)

La Organización Internacional del Trabajo proclamaba el 18 de marzo 2020 que El COVID-19 podría cobrarse casi 25 millones de empleos en el mundo, dado que “Una evaluación inicial del impacto de COVID-19 en el mundo laboral mundial indica que los efectos serán de gran alcance, llevando a millones de personas al desempleo, al subempleo y a la pobreza laboral, y propone medidas para una respuesta decisiva, coordinada e inmediata.” Este panorama se acelera y transforma por el proceso de crisis que indujo la pandemia, pensar en que el “futuro es hoy”, como estrategias a reconocer un escenario posible.

La gran variable poblacional es inmanejable por estos días-donde las demografías se descorren-, podríamos hipotetizar la necesidad de acuerdos sobre sociedades activas, sostengan sistemas de la seguridad social, generadas desde los cuidados comunitarios y la inclusión.

Desde el lugar de histórico de sojuzgamiento político, social y laboral de las mujeres, como grupo están en condiciones de revisar las posibilidades profundas, para que obtengan condiciones de seguridad económica e igualdad de oportunidades y justicia social. Este panorama desde una cuarentena donde se potencian los femicidios, la desigualdad educativa y falta de capacitación tecnológica no permite que el acceso a sus derechos ciudadanos plenos sea posible.

Si el “futuro es hoy” en clave de Estado digital y gobernanza, las mujeres también merecen la alfabetización tecnológica; tanto para su socialización individual y social, como para llegar a los beneficios de la actualización de los derechos digitales de información y comunicación. Sabemos que impedir esta capacidad de independencia material las lleva a ponerlas en relación subalterna, en irónica y sádica relación de poder al ser confinadas a tareas domésticas hogareñas y de cuidados de otros; las cuales son actividades no reconocidas en el plano social ni jurídico. (En estos días de Covid-19 y de resguardos particulares las mujeres están a cargo de la salud, educación y cuidados sanitarios, siendo que ocupan el lugar de sujetos de conocimientos, gestión y promoción sociocomunitarias al estar a cargo de familiares y grupos; estas capacidades, preparaciones y prácticas tampoco son reconocidas).

El virus no accionará ningún cambio estructural, seremos los seres humanos que reflexionaremos sobre la experiencia excepcional que atravesamos a nivel global. Si las relaciones de poder se revierten en contexto de capitalismo-patriarcal estaríamos hablando de otro Orden político y donde la Declaración de los Derechos Humanos dejará de ser solo de hombres, no será solo para los burgueses y será predomínate el mandato impuesto por el Primer Mundo.

Las mujeres como niñas, tienen derecho al juego eso implica a cualquier objeto no solo muñecas y equipos de cocina o enfermeritas; la educación tecnológica integral también es fundamental desde el plano comunicacional, laboral y de ciudadana para ellas. Esto último debe remarcarse para no persistir en los limitantes que la industria informática carga sobre las mujeres, no reconociéndolas para puestos jerárquicos, sino como “mulas” siendo que son las que perfilan muchos desarrollos en donde la propiedad intelectual se desvanece.

La pandemia convertida en un inmenso espejo hace visible que la tecnología tiene ideología y sostiene relaciones de poder económicas y sociales, negando el derecho al trabajo tecnológico de las mujeres; y que parece seguir sosteniendo otras formas de esclavismos. 

El futuro es hoy y las mujeres lo sabemos.

 

(*)Docente especializada en Comunicación. Lic en Ciencias Antropológicas. Técnica Eletromécanica. Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

 

 

  

 

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