CHINA: La Ruta de la Seda Digital del Siglo XXI
POR TIERRA, MAR Y AIRE
Por Lidia Fagale
Uno más uno es mucho más que dos, sostiene Xi Jinping, Presidente de la República Popular China, a la hora de definir el desafío que se han propuesto para actuar y vincularse en un mundo donde el principal déficit es la paz, el desarrollo y la gobernanza global. Se trata de un planteo profundo que intenta modificar la forma en que se adoptan decisiones económicas, políticas, sociales, ambientales, lo que implica un diseño de nuevos mecanismos de cooperación de China con los países del mundo.
La paz, la cooperación, la apertura, la inclusión, el aprendizaje y el beneficio mutuo son los principios de la Franja y la Ruta (OBOR, por sus siglas en Inglés), una de las acciones más osadas que se hayan llevado a cabo a lo largo de la historia de la humanidad en momentos donde el mundo está amenazado por los trazos egoístas y guerreros con que pretende escribir la historia- de sus ambiciones- los EEUU.
Después de más de 2000 años, el regreso de este Marco Polo en su versión digital , el mercader veneciano que recorrió caminos y surcó las rutas marítimas construyendo puentes e intercambiando sedas, piedras y especies entre continentes, abre un nuevo horizonte en un siglo atravesado por renovadas tempestades geopolíticas.
No se trata de un juego virtual, que nos trae del pasado una figura mítica. La osada iniciativa convoca a millones de ciudadanos del mundo y a Gobiernos de distintos continentes a nuevos desafíos en un escenario donde la supremacía del mundo occidental estaría dejando de ser el eje de desarrollo para redefinirse en nuevos equilibrios con países y culturas muy diferentes.
Como en la ruta de antaño convergen hoy la filosofía, el comercio y la posibilidad de la guerra. Y en su versión digital, la ruta no escapa a las actuales tensiones territoriales geopolíticas y, en momentos donde la identidad y la soberanía digital están en disputa, espejo de las contradicciones entre el poder del dinero y la producción de subjetividades a escala planetaria que construye nuevos seres humanos.
CHINA EN VERSION DIGITAL
La Franja y la Ruta es una propuesta que requiere conectar internamente a China, mejorar su infraestructura tecnológica y garantizar a su vez, la conexión transfronteriza, incentivando el desarrollo impulsado por la innovación; el fortalecimiento de la cooperación en las áreas de la economía digital, la inteligencia artificial, nanotecnología y computación cuántica, y en el incentivo de los grandes datos, la nube y las ciudades inteligentes, temas, todos, que se conectan para formar la ruta de la seda digital del siglo XXI.
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