ABSTINENCIA
LA SITUACIÓN EN SUDAMÉRICA
Las actividades deportivas están suspendidas aún cuando las realidades son bastantes disimiles en algunos países, siendo Brasil, el gigante del continente, la nación con más víctimas (unas 4.600) y casos (66.500) de América Latina y Jair Bolsonaro el presidente más cuestionado por estos días.
Pedidos de juicio político y hasta una demanda en la Corte Suprema para facilitar su destitución son las soluciones que impulsa la oposición para evitar que la tragedia cobre mayores dimensiones luego de que el mandatario desoyera los consejos del médico Luiz Henrique Mandetta y lo destituyera como ministro de Salud.
La más reciente renuncia como ministro de Justicia de Sergio Moro, un antiguo aliado político de Bolsonaro, y la tensión con la mayoría de los 27 gobernadores nacionales profundizó la crisis política que jaquea al presidente y anticipa un posible "impeachtment".
Más del 54 por ciento de la población, según una encuesta, aprueba hoy el juicio político contra Bolsonaro, considerado como el gran responsable de la tragedia en un Brasil donde la tristeza no parece tener fin, como compuso hace más de 60 años Antonio Carlos Jobim y cantaba Vinícius de Moraes.
Tampoco en Perú, aún cuando las cifras son comparativamente mucho más bajas (782 víctimas entre casi 28.700 infectados), ni en Ecuador, donde muchos de los más de 660 muertos no descansan en paz y Guayaquil es escenario de escenas dantescas con cadáveres en las calles y familiares sin respuesta sobre el destino de sus seres queridos.
Más controlada parece la situación en Colombia, con 253 decesos y 5.600 casos; Chile con 198 fallecidos y casi 14.000 contagiados, y Argentina, que adoptó un régimen de cuarentena obligatorio prematuro que hoy se traduce en 197 muertes y poco menos de 4.000 infectados.
La siguen Bolivia, con 80 decesos y 950 casos. Sólo Uruguay, con 15
fallecidos y 606 contagiados, pero sobre todo Venezuela y Paraguay, con sólo
diez y nueve víctimas fatales y apenas por encima y por debajo en cada caso
del centenar de contagiados, parecen ser capaces de mantener la pandemia a raya.
A pesar del contraste evidente el gobierno de Brasil insiste en reanudar
cuanto antes las actividades deportivas y en especial el fútbol, el deporte más popular en este país.
Por eso ya evalúa un regreso paulatino acordado con las maximas autoridades
en materia de salud ehoy ncabezadas por Nelson Teich, reemplazante del despedido ministro Mandetta.
Esta decisión obligaría a realizar controles de Covid-19 a los jugadores de los 180 equipos del fútbol profesional, desde los 20 de primera división hasta los 68 de la cuarta categoría, incluídas las futbolistas de los 52 clubes que animan los torneos de las primeras dos categorías femeninas.
Un despropósito más considerando que los test son uno de los insumos más preciados y escasos en estos tiempos de pandemia en los que Argentina, en cambio confirmó oficialmente hoy la suspensión de la temporada en virtud de la extensión del aislamiento obligatorio hasta el 10 de mayo.