ATAQUE - Los costos de las sanciones
Los costos de las sanciones
El gigante chino de telecomunicaciones Huawei advirtió a mediados de abril que las sanciones estadounidenses y las consecuencias del coronavirus afectarán sus resultados en 2020, un año que será "muy difícil". Aunque el año pasado el conglomerado registró un beneficio neto de 62.650 millones de yuanes (8.040 millones de euros), con un aumento del 5,6% en un año, éste fue cinco veces inferior al obtenido en 2018 (+25,1%). Según el grupo chino, las sanciones le hicieron perder al menos 10.000 millones de dólares.
A pesar de un contexto difícil, la empresa anunció haber vendido 240 millones de teléfonos en el mundo (+16,5% en un año). En 2019 Huawei fue el segundo fabricante mundial de teléfonos móviles por cuota de mercado (17,6%), por detrás de Samsung (21,6%) y adelante de Apple (13,9%), según la consultora especializada IDC.
En su actividad de infraestructuras para el internet móvil 5G, Huawei asegura haber desplegado su tecnología en unos cincuenta países y regiones. El grupo dijo que el año pasado destinó un 15% de su facturación a investigación y desarrollo, es decir unos 16.900 millones de euros, una cifra mayor que el PIB de Nicaragua.
Un punto débil de Huawei sobre el que pretende operar ahora la administración Trump, son los chips provistos por la empresa taiwanesa TSMC. La cosa no es de ahora. Ya en noviembre el fabricante de chips, así como el gobierno de Taiwán, negaron que existieran presiones por parte de EE.UU. para congelar el suministro de chips a Huawei .
En ese momento, según había informado The Financial Times el gobierno de Estados Unidos estaba presionando a Taiwán para que impida al mayor fabricante de chips, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC), vender sus chips a Huawei, además de establecer un control más estricto sobre las exportaciones de tecnología a China.
Sin embargo, el gobierno de Taiwán negó el informe, afirmando que la administración de Trump no ha pedido que congele el flujo de chips a Huawei, evitando que TSMC suministre sus chips a la compañía china. TSMC dijo que tampoco estaba al tanto de ninguna solicitud estadounidense de cortar sus negocios con Huawei. China representó 20 por ciento de los ingresos de TSMC en el tercer trimestre de 2019, por lo que la congelación de negociaciones con Huawei podría afectar más de un 10 por ciento de los ingresos anuales del fabricante.
"Si se abriera la caja de Pandora, probablemente veremos daños catastróficos en la cadena de suministro global, y no solo será Huawei la que terminara destruida", asevero Xu a los medios después de revelar los resultados de 2019. “¿Por qué China no puede prohibir el uso de chips 5G, estaciones base, teléfonos inteligentes y otros dispositivos inteligentes de EE.UU. por las mismas razones de seguridad de red?", dijo Xu y agrego que no podía confirmar los informes sobre las restricciones a TSMC.
Lo dice sabiendo que China representa una porción muy importante de los compradores de las tecnológicas norteamericanas, las mismas que han refrenado los impulsos rupturistas de Trump hasta ahora. El daño que podría acarrearles quedar afuera del mayor mercado del mundo haría tambalear a muchas de ellas, al tiempo que podría precipitar una fragmentación del universo virtual en dos o más redes de redes.
No sería una completa novedad. Pero si un serio retroceso en la integración informacional del mundo. Por caso, China tiene su propio GPS como los rusos. La estación terrena de Neuquén forma parte de ese dispositivo, además de servir para el seguimiento de viajes espaciales chinos. Es que a diferencia de otras naciones, China nunca deseó dar demasiadas facilidades a los servicios de espionaje extranjeros.